Abrir los ojos fue un acto de
valentía, impulsado por el dolor que sentía en todo el cuerpo, no sabía dónde
estaba, era un lugar de un blanco nunca antes visto, con pisos y escaleras
mecánicas que daban la ilusión de ser un perfecto laberinto. El joven caminó
para ver donde podía conseguir una salida hasta que una chica llegó a su
rescate.
—¿Te encuentras bien? —ante una
pequeña afirmativa la chica siguió hablando—. Ven, te voy a mostrar el lugar para
que lo disfrutes, puede parecer engañoso, ten cuidado, ni bien entras por lo
que parece ser la entrada principal ya estás en el segundo piso, pero si entras
por la puerta que tiene el estacionamiento cerca, es el primer piso. ¡Pero no
lo confundas con el estacionamiento del subsuelo, te llevan a pisos diferentes!
Dicho eso, le agarra del brazo y
empieza a hablar, muy dulce y amena, pero sin dar tiempo a pensar en todo lo
que dijo y en las incoherencias sobre la construcción de ese lugar tan extraño.
La chica le muestra todo el lugar y lo lleva por lo que dice ser sus
"lugares favoritos", pero entre tanta blancura no le es posible
retener mucha información. Entre tantas cosas habla sobre su vida, dice que no
sabe cómo llegó ahí, que ya es un hogar para ella, pero se alegra de tener a
otra persona con la que pueda pasar el rato, siempre está a la espera de una
nueva persona que aparezca para hacerle compañía.
Siendo solo dos personas en ese
lugar tan extraño, se apoyaban mutuamente entre tanto desconocimiento, pero hoy
había cambiado algo, el joven quería darle una sorpresa a Lidia -así se llamaba
la muchacha- encontrando una salida de ese recinto. Buscó, hasta que finalmente
se le ocurrió ir por el estacionamiento, sin saber cuál era en específico, pero
se decantó por la vista de algo que no había visto antes: finalmente un color
grisáceo. Eso debía significar que podían irse de ahí, pensó, ya no había más
del mismo blanco enfermizo. Lo único que le importaba al joven era poder volver
para decirle a Lidia que había encontrado una salida, hasta que siente un
fuerte golpe que lo deja inmóvil del shock y escucha una voz decir:
—¿Por qué todos tratan de
escapar? Esta vez traté de que disfrutaras, pero no te recomendaría seguir con
esa actitud, ya deberías recordar lo que sucedió con los demás— escuchó el
joven hasta que todo quedó en negro nuevamente.
Me encanto, muy buena creatividad !
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