martes, 31 de octubre de 2023

Ensayo sobre hecho artístico

Les Choristes.

Los chicos del coro es una película francesa estrenada en cines el 2004, donde, según la sinopsis de filmaffinity; "En 1948 Clément Mathieu, profesor de música desempleado, acepta un puesto como profesor vigilante en un internado de reeducación de menores. El sistema represivo aplicado por el director conmociona a Mathieu. Enseñándoles música y canto coral a estos niños tan difíciles, Mathieu transformará sus vidas cotidiana."

Esta es una película que vi hace aproximadamente 9 años, cuando era pequeña. Una profesora había nombrado una canción de esta película y nos recomendó verla. En ese momento me sentí con toda la obligación del mundo de verla, llegando a insistir a mis padres a comprar el DVD para tenerla en casa.

Desde mis recuerdos, sé que al principio tenía momentos tensos y otros más lentos pero no aburridos, eran necesarios para la construcción del ambiente, cosa que en su momento no sabía, solo observaba.

Siempre la vi en francés, por lo que a pesar de estar la película en YouTube, no la había vuelto  ver ya que no me atrevo a hacerlo en español (siendo el  idioma en que está publicada), es un sentimiento de no querer dañar mis recuerdos sobre la película. 

Para el presente ensayo decidí después de muchos años volver a ver la película, lo que me trajo muchos recuerdos y mayor compresión sobre la misma. La primera escena muestra a un señor dirigiendo una orquesta, al que posteriormente le dan la noticia sobre la muerte de su madre, y sin aviso alguno tiene un reencuentro con quien parece ser un viejo conocido, un compañero de la infancia, que le da un diario que narraba un poco sobre su estadía en el internado al que fueron los dos. De ahí, la película se desenvuelve en base a lo escrito en el diario.

De pequeña, estaba expectante ante cómo se podía realizar la narración de una película a partir de recuerdos ya que era de las primeras veces que lo veía, eso desde un primer momento me dejó encantada, no era como otras películas, según yo.

Este film se ubica en el internado "El fondo del pozo", y junto a la llegada del nuevo profesor, Clément Mathieu, vemos cómo funciona el mismo, el trato hacia los niños como si fueran reclusos y el lema de "Acción, Reacción" en el que se enfoca el director y profesores. Mathieu, ni bien llega, tiene su primera experiencia con una de las jugarretas de los chicos; alguien había puesto algo en la puerta del supervisor (el viejo Maxence), causando que el vidrio del mismo se rompa y le caiga en la cara. Con esto, no solo Mathieu, sino la audiencia ve el sistema de castigo e injusticia que se ejerce en el internado ya que, como ningún chico confesaba, todos iban a pagar.

Matthieu es presionado por el director para ejercer su lema de "Acción, Reacción", pero él prefiere seguir su camino y dejar de lado la represión hacia los chicos. Todo esto lo demuestra en actos que dejan a los chicos anonadados; no los acusa con el director cuando hacen algo malo, se gana la confianza de los chicos evitando que sufran los crueles abusos, pero igual los castiga, por ejemplo, supo quién le hizo tal jugarreta a Maxence, y lo castigó mandándolo a hacerse cargo del pobre señor, cuidándolo mientras estaba en cama para que se hiciera cargo de sus actos.

La construcción de estos chicos como niños malos que merecen ser castigados, que fuman, roban y son considerados una "causa perdida" se va esfumando con el paso de los minutos recorridos en el film. El trato sin maltrato y la comprensión era lo que les hacía falta. En lo personal, asocio esta película con mi profesora, quien la recomendó, no solo porque me encantaban sus clases y era comprensiva y amable, sino también porque, al igual que Mathieu, fue mi profesora de música y del Coro de niños. Me gusta pensar que ella tenía o que se había sentido muy cercana con el film, tanto así que hizo presentar diversas veces en el coro algunas de las canciones de la película, tales como "Vois sur to chemin" o "La nuit".

El señor (Pierre) al que vimos al comienzo de la película, fue parte de los alumnos de Mathieu, quien consideró tenía una voz que era un regalo, por lo que a pesar de los primeros momentos en que Pierre se negaba a cantar, ahora tenía solos, demostrando su gran interés y pasión por la música, incluso cuando este es castigado por Mathieu y le quita un solo, cosa que Pierre no se tomó bien y sintiéndose completamente herido. Ver la pasión creciente de Pierre con la música y su voz me dejaba encantada de pequeña, recuerdo que yo también quería tener algún solo para cantar, y la infinidad de veces que buscaba "Vois sur ton chemin" en YouTube para cantarla, guiándome por unas letras que no entendía y emitiendo una pésima pronunciación del francés.

Mathieu obtiene "nuevas victorias" en la película; el director juega con los chicos, se ve un entorno de mayor felicidad, vuelve Maxence completamente recuperado de la herida en su cara, e incluso la película se ve con más color, se muestra más vivaz en comparación con los tonos neutros del principio.

Lamentablemente esta felicidad no duró mucho, un niño escapa y las cosas se tornan tensas, el director se vuelve más duro con los alumnos y profesores e incluso prohíbe el coro, volviéndose clandestino ya que los chicos querían seguir cantando. Como espectador ese retroceso te pone mal, pero posteriormente te das cuenta que a pesar de haber malas circunstancia los chicos han cambiado, siguen cantando e incluso, cuando uno de ellos hace una maldad/travesura, los demás ya no lo celebran, es más, lo rechazan ya que tienen miedo de perder el coro por culpa de malos comportamientos.

Las primeras veces que vi esta película no tenía pensamiento crítico sobre la misma, sabía que habían comportamientos buenos y malos, pero viéndola actualmente me doy cuenta que son solo niños, que tienen sueños, quieren salir de ese lugar y lograr grandes cosas. No todos estaban en ese lugar por ser malos, había muchos que eran huérfanos. La película toma lugar  poco después de que acabara la segunda guerra mundial.

La llegada de Mathieu a la institución fue un regalo para estos niños, inclusive recuerdo querer conocerlo, la ilusión de querer conocer a estos personajes con los que me sentía cercana, el dolor y la injusticia que sentí cuando despidieron a Mathieu y se tuvo que ir sin despedirse, pero alegrándose cuando los chicos le tiran aviones de papel en forma de despedida. Antes esa escena me parecía igualmente injusta, ¿cómo es que no podían verlo una última vez? ¿por qué ningún chico se había atrevido a romper las reglas para despedirse mejor?, ahora pienso que es una despedida que va mejor con la esencia de esos chicos, que no habían tenido la oportunidad ni las circunstancias de demostrar afecto, gratitud, básicamente le hicieron un homenaje y le demostraron cuánto lo estimaban a su propia manera. 

La película me conecta a un tiempo pasado que ya no me pertenece, que solo puedo observar a través de mis recuerdos y emociones. Ver la película me recuerda a la sala de mi casa, donde no paraba de colocar el DVD en el reproductor para visualizarla una vez más, o las veces que buscaba en YouTube las canciones para cantarlas y evitar olvidarlas, cosa que, a pesar de no ver la película como tal, he estado haciendo más de una vez en todos estos años. 

No fue la primera película que me llegó a la cabeza cuando me preguntaron sobre hechos artísticos significativos, se encontraba enterrada entre mis recuerdos, ignorándola para buscar una instancia de "arte" más convencional, que alguien pueda ver y piense "esto de verdad lo siento en mi alma", hasta que caí en cuenta que esto fue algo que me marcó a mí y solo a mí, entrelazado con los recuerdos de la infancia que inconscientemente siempre son los mayores determinantes en nuestros gustos. No invitaré a nadie a ver la película, sin embargo, como lector te invito a pensar en tu propio hecho artístico y a preguntarte que te hizo sentir antes y ahora.

lunes, 23 de octubre de 2023

Cuento vinculando un hecho significativo con festejo familiar

Invisible.

En las épocas decembrinas como es costumbre casi toda mi familia se reunía para compartir tiempo juntos, esta vez yo era pequeña. Recuerdo estar en el patio de mis tíos mientras ellos hacían una parrillada, reunida la mayoría de mi familia paterna, todos adultos, hablando. Mi hermana y yo eramos las unicas chicas en ese entonces. Entre aburrida y medio dormida trato de escuchar la charla, recuerdo querer ser incluida, querer escuchar y ser parte de los mayores.

Me distraje un momento y todos quedaron en silencio, ya no recuerdo mucho, con el tiempo todas las experiencias similares se van acumulando en tu cabeza y dejas de discriminar la edad en cada una, todo se ve igual, pero sé que mi tía titubió un momento antes de seguir hablando. Ella no sabía si podía seguir hablando frente a mí. Finalmente se decide y rápidamente sigue hablando, al parecer había considerado que ya era lo suficientemente grande, o que ya era muy tarde retractarse sin llamar mi atención.

-¿Y cuándo regresará?

Esa pregunta y el contexto que la acompañaba fue el detonante perfecto para la curiosidad de una niña no tan pequeña. Más curioso fue saber que tenía otro tío, que aún no he llegado a conocer y que aún no ha regresado de donde quiera que esté.

Datos sobre las personas de las fotos

La familia

Más que un hecho revelador, es un acercamiento a la señora que aparece en medio de la foto con una gorra blanca y riendo, Evelia, quién según me cuentan, fue la suegra de otra de las chicas de la foto, Marlene, que aparece al lado de Evelia, con su cabello negro y franela blanca. Marlene tenía una buena relación con el hijo de Evelia, pero por distintas cuestiones se fue separando del hijo de la señora Evelia, y Marlene finalmente se fue para su casa materna.

Con el tiempo, la Señora Evelia enfermó, en ese momento nadie sabía que tenía, pero poco a poco fue mermando su salud hasta que finalmente murió de cáncer. Una señora muy feliz y que daba la vida por sus hijos, tuvo un triste final; sola y con casi nada de músculo en sus últimos días.

No solo eso, en la foto, casi sin poder apreciar, está su hija, con una gorra blanca. Hace unos dos o tres años falleció joven, también de una enfermedad, dejando a una  hija detrás.

Cuento en base a un personaje de la foto

El almuerzo 

Ayudo a colocar la mesa para comer, mami estuvo bastante rato cocinando y todo siempre le queda rico. Tenedor, cuchillo, mantel, servilletas y vasos, creo que todo ya está. Escucho como mi mamá llama para comer y nos sentamos.

Vemos la tele, primero nos detenemos en las noticias por petición de papi, pero mi hermana y yo queremos ver comiquitas, por lo que empezamos a pasar canales. Papi, como siempre, pide para repetir, por lo que mami se para y le rellena su plato. Ella vuelve a su lugar, con el plato casi intacto. Pollo a la plancha, arroz y ensalada cruda era lo que antes estaba en mi plato. "Quiero más", digo sin perderle el hilo a lo que está pasando en la tele. Mami se levanta y acerca su plato al mío, vertiendo su comida. Se levanta y se pone a fregar; "No tengo hambre, estuve picoteando antes" dice. Amo la comida de mami.

martes, 17 de octubre de 2023

Reseña sobre cuentos de Alejandra Kamiya

La lectura no siempre es algo complicado e intencionado, simplemente puede ser un modo de expresión, sin propósito más profundo que el de compartir ideas y emociones. En los siguientes textos a nombrar se aprecia como la autora de los mismos, Alejandra Kamiya, introduce un poco de ella, pero ¿no todos los artistas hacen eso con sus obras? No hay manera de separar al autor de sus obras, tienen una misma y única raíz, pero lo interesante es analizar cómo hace acto de presencia.

Alejandra Kamiya, argentina de nacimiento con sangre japonesa, muestra en diversas obras el sentimiento de ser migrante, el sentido de pertenencia-no pertenencia a un lugar. La cultura occidental, como es de esperar, también es muy palpable, como una manera de decir que está orgullosa de sus raíces y no se niega a dejarnos conocer más sobre su mundo. No sólo eso, su escritura es delicada y paciente, siendo acompañada de diversas analogías que hasta cierto punto llegan a parecer poesía.

Muchos de sus cuentos no tienen diálogos, se enfocan más en lo reflexivo, a la libre interpretación de la persona que lo lee. No todo debe servirse en bandeja de plata.

Dos obras que representan esto son las de "Las grullas de Idemizo" que, muestra a su padre japonés buscando traducir un cuento a su hija, que, sin ánimos de adelantar cosas en esta historia corta, parece ser una enseñanza para aprender a valorar a las personas, querer acompañarlas cuando están mal, demostrarles apoyo, pero también teniendo en cuenta que no se puede pretender que por el mero hecho de hacer todo esto, signifque que esa persona esté lista o que le deba algo. Hay que dejar que el tiempo fluya, sin presiones, si algo tiene que ser, se va a dar, en el tiempo correcto. Además, ante todo esto siempre hay un tinte de amor, no necesariamente romántico.

Y, la otra obra es la de "Partir", donde nos va narrando sobra la infancia de esta joven chica hija de inmigrantes, que le busca distintos enfoques a la palabra "partir", tales como dividir o hacer mitades. Desde estos significados se va asomando el pensamiento del extranjero perdido en sí mismo, incapaz de sentirse totalmente de un solo lugar. "Así que soy half. Soy japonesa en Argentina y argentina en Japón, así, con las minúsculas para mí y las mayúsculas para el país"; siendo esta una frase muy curiosa y poderosa al leerla, retrata los pensamientos de una persona que llega a pasar por extranjero en sus países de procedencia, donde uno ya no es quién por lo que es, sino por su origen. 

Las relaciones familiares, tales como madre/padre e hijo/s son muy marcadas, hacen acto de presencia en historias tales como "Los Nombres", que narra sobre una familia que desde un inicio está quebrada y paulatinamente todos se van escudando en ciertas actividades u objetos que encuentran en sus vidas, siendo narrada por en priemera persona desde la perspectiva de la hija menor, que se encuentra curiosa por el paradero de su hermano. También en "Kurokos", que de manera muy lírica hace un recorrido por la vida de la protagonista, teniendo la ayuda de estas "personas" o "ropas negras" (kurokos), desde que es pequeña hasta que tiene su familia y finalmente se despide. Finalmente, en "El Pañuelo y el Viento" a pesar de hablar sobre roles familiares, se introduce en la relación de primos, cuento donde hay mucha atención a los detalles.

Entre los distintos cuentos aparece el elemento de un idioma silencioso, que a raíz de mostrar al narrador entender el significado intrínseco de lo que se le quiere decir, abre paso al lector a analizar, a pensar más allá de lo que está plasmado en el papel. Demuestra que a través del silencio se pueden transmitir muchas cosas. Es un elemento muy aplicado en "Los Nombres", donde inlcuso un momento la protagonista queriendo redactarle una carta a su madre dice: "Es difícil hacer silencio por escrito". "Las Grullas de Idemizo", cuento que también posee gran variedad de elementos anteriormente nombrados, también tienen un poco de este elemento silencioso. Demuestra que el silencio puede ser poderoso aún así en un cuento.

Son cuentos reflexivos, algunos con diversas analogías  y dentro de todo a libre interpretación fáciles y cortos de leer. Como por ejemplo en "Los Nombres", donde se encuentran frases tales como "Mi olvido tenía la forma exacta de mi hermano", o "Era enero y mi apartamento parecía un sobreviviente en una ciudad nueva." O "El Pañuelo y el Viento" con "Como si así volviéramos a ser la familia que habíamos sido. Como si para crear una orquesta bastara con poner en un mismo lugar a los músicos." O, finalmente en "Kurokos", con su frase final "El gran barco ha terminado de pasar: puedo ver la otra orilla".

La periodista Hinde Pomeraniec llamó una vez a Alejandra Kamiya como "La autora de los títulos largos y los cuentos inolvidables"; esta vez no se hizo selección de sus cuentos con títulos largos, tales como "Los árboles caídos también son el bosque" O "El sol mueve la sombra de las cosas quietas". Ya depende de cada lector determinar si considera sus cuentos inolvidables, por lo que son cordialmente invitados a introducirse en este pequeño repertorio de literatura argentina.

viernes, 13 de octubre de 2023

ANTOLOGÍA 1ER CUATRIMESTRE

 Click acá para ver la antología!

Cuadro de Rothko

 Light red over dark red (Rojo claro sobre rojo oscuro)



Asfixia, es como ver a través de una ventana de sangre.
También podría ser un mar de sangre.
Mucha melancolía se siente.

Hay muchas emociones encontradas; no genera paz ni tranquilidad. El centro es más claro, pero de repente hay nubarrones.

Cuento con Cuadro de Rothko.

Tengo miedo. Esa fue la primera sensación que invadió mi mente cuando vi el cuadro de Rothko, “Negro y Marrón” leí al lado del mismo, el nombre de la obra. La galería estaba iluminada tenuemente, como si quisiera darle un aire de misterio al lugar. Los colores en el lienzo parecían emanar una energía que me dejaba inquieto.

Me acerqué al cuadro, sin saber por qué me sentía atraído hacia él. Cada tonalidad de color parecía tener su propia historia, su propio significado. Me perdí en esos campos de color no había figuras reconocibles, solo líneas de colores. ¿Esto era arte? o ¿era arte por lo que me hacía sentir?

El miedo inicial se convirtió en una sensación extraña de fascinación y curiosidad. Quería entender lo que veía, quería sumergirme en esos colores y descubrir su significado oculto. Mis ojos seguían fijos en el cuadro. No sabía si llamaba la atención de los guardias, pero notaba el peso de una mirada en mí, ¿pensarían que quería dañar la obra?

Fue entonces cuando lo vi. Una figura, una silueta tenue, emergiendo de las líneas. Parecía una mujer vestida de rojo, sus ojos se encontraron con los míos, y sentí como si me estuviera mirando directamente desde el cuadro. Su mirada transmitía una mezcla de tristeza y desesperación. Mi corazón latía con fuerza, me sentía aterrado.

No sabía si mi cabeza me estaba jugando una mala pasada, pero sentí como si todo desapareciera a mi al rededor quedando solamente el cuadro y yo en el lugar, la figura vestida de rojo viendome fijamente, con sus ojos llenos de tristeza, desconociendo si esta inquietante forma querría algo mí. Estaba aterrado.

La figura se acercó a mí, extendiendo su mano como si quisiera llevarme consigo. Sentí una mezcla de emociones: miedo, curiosidad, fascinación. Ignorando mi cordura y sentido común, me dejé llevar por la oscuridad. Su vestido fue lo último que vi, el momento exacto en que el rojo se disolvía en negro.

Cuento sobre algo prohibido

El peso.  En un pequeño pueblo rodeado de bosques espesos y colinas suaves, vivía Elena, una mujer aparentemente amable y querida por todos....